viernes, 21 de noviembre de 2014

MEDITACIÓN --Conferencia de Frank Arjava Petter en la Ciudad de México, Octubre 2001--

...Ok, la primera imagen que probablemente tienen la mayoría de ustedes de la meditación
es alguien sentado tranquilamente en una cueva en los Himalayas, con pelo largo, ropa naranja, y sentado allí como un Buda en la postura del loto, con las piernas cruzadas o sus piernas detrás de las orejas. U otra imagen sería la de 30 o 50 o 100 monjes sentados juntos en un templo Zen japonés. Nuevamente con sus piernas cruzadas en la posición del loto o sentados al estilo japonés sobre sus rodillas. Y en Japón estarían sentados con los ojos semiabiertos totalmente ausentes del mundo, sus asuntos y sus desafíos.

Pero ¿quién puede hacer eso?. ¿Alguien alguna vez ha hecho esto?. ¿Has pasado algunos años en un ashram o en un templo?. Esto no es posible para la mayoría de la gente. No sé si era diferente antiguamente, pero hoy en día nuestras vidas están tan complicadas y complejas que no puedes tomarte un avión a los Himalayas y sentarte alli. El problema es, que aunque te vayas a pasar un año sentado silenciosamente haciendo nada, cuando regresas aún sigues siendo la misma persona. Porque te transportas a las montañas pero luego también vuelves nuevamente al valle. Tengo varios amigos que pasaron largos períodos de tiempo meditando, y luego volvieron con el mismo enojo, los mismos celos, y la misma miseria. Todos los mismos problemas vuelven a sus vidas casi exactamente el mismo día que regresan. Entonces ¿Cómo podemos manejar esta situación? ¿qué podemos hacer, si escapar no funciona? ¿qué funcionará?. La única cosa que funciona es mirar la realidad tal cual es. Y tu realidad es la vida que estás viviendo con todas las situaciones en las que te encuentras. En tu familia, en tu trabajo, y en todas las dificultades que puedas ir encontrando. Escaparte de ellas no ayudará. Solo postpondrá la solución.

Lo que necesitamos hacer, lo que necesitamos aprender, es traer un espacio meditativo dentro de nuestras vidas diarias. Entonces y sólo entonces, algo puede suceder, algo puede cambiar. Y para ello por supuesto, en varias escuelas o disciplinas espirituales, los maestros ofrecen clases de meditación o seminarios de fin de semana como este grupo. Cuando estás en un lugar ambientado como este, con veinte personas que están enfocadas en la misma cosa: en sí mismos, en la pregunta”¿quién soy?¿qué estoy
haciendo aquí?” en este ambiente es relativamente fácil estar tranquilo y en silencio y ser tú mismo. Porque todos quieren hacer lo mismo. Y esto es exactamente el espacio que encuentras cuando entras a una hermosa iglesia o un hermoso templo o un lugar hermoso donde la gente viene para practicar meditación, a practicar mirarse a si mismos, a practicar mirar a otros. Entonces en este pequeño círculo nuestro empezaremos a apreciar el gustito de lo que es la actitud meditativa. Pero esto es sólo una muy pequeña gota del océano, y lo que tienes que hacer después es llevar lo
que has aprendido aquí dentro de tu vida cotidiana y alimentarlo alli, y ayudarlo a crecer más grande y más grande, y más grande, y más grande...

Entonces volvamos a la pregunta sobre qué es la meditación. No es sentarte en un lugar solo. No es sentarte en un lugar en las montañas. Tampoco es una técnica. ¡Sólo por
sentarte con tus piernas cruzadas de un modo determinado, nada sucederá, excepto que tus rodillas empezarán a dolerte después de un tiempo!.

Estoy seguro que has vivido esto: el momento en el que te sientas, tratando de meditar, de repente tu conflicto interno o tu diálogo interno parece volverse más fuerte, más fuerte y más fuerte. Entonces piensas que cuando meditas tu mente se vuelve mas
activa. Pero esto no es realmente verdadero. La verdad es que cuando te sientas y te miras a ti mismo y te escuchas, comienzas a darte cuenta de todos los pensamientos y toda la “chatarra” que pasa a través de tu cabeza. Y esto es normal, absolutamente
normal. Hasta un monje por ejemplo, que se ve tan ausente de todo, tan en paz y tranquilo, si pudieras ver dentro de su cabeza te sorprenderías al ver lo que está sucediendo allí. Lo mismo está sucediendo en cada uno de nosotros.

Una vez pasé tres años dentro de un grupo de meditación en el Ashram de Osho en la India y había un hombre hermoso. No sé si era japonés o chino, estaba sentado en una postura perfecta, como la estatua del Buda. Con su cabeza rapada y una hermosa cara,
en calma y tranquilo. Y todo el grupo lo miraba y pensaba “ Oh, algún día desearía llegar a ser como él : tan calmo y tan pacífico”. Después de tres días enloqueció y empezó a atacar físicamente a la gente...cinco hombres tuvieron que contenerlo. No pudo soportar
el silencio. Pero a los otros les llevó tres días darse cuenta de lo que estaba sucediendo dentro de él. Entonces no te dejes engañar por una mirada solemne en la cara de alguien. Interiormente somos todos lo mismo; estamos todos ocupados, muy, muy ocupados, aunque nos mostremos en paz.

¿Qué hacemos con todo este “busy-ness” en nuestra cabeza?. La mayoría de la gente dice que la meditación significa no pensar, mantenerse en silencio internamente. Pero ¿cómo hacerlo?. Porque cuando te sientas, la mente está activa, la mente se mueve: los pensamientos van y vienen. Como nubes en el cielo vienen y van. Yal igual que con las nubes en el cielo, no hay nada que puedas hacer con tus pensamientos. Si tratas de espantar a uno, enseguida viene el otro. Es un proceso sin fin.

Otra dinámica de pensamiento es que cada pensamiento atrae a otro pensamiento, a otro pensamiento, a otro pensamiento. Puede que empieces mirando una manzana y antes de saberlo, en tu cabeza ya estás en el supermercado, haciendo las compras para
la semana que viene y antes de que puedas “pescarte”, ya estás pensando en el plato que a tu compañero no le gusta, y así y así. Entonces desde esta pequeña inocente manzana, hemos creado esta enorme historia dentro de nuestras cabezas. Y la idea de la meditación es no echar a la fuerza a todos los pensamientos. Comienzas a mirarlos, observándolos igual que cómo miras una película en una pantalla delante de ti.

Cuando comienzas a mirar una película, al principio no te identificas con ninguno de los personajes que ves haciendo cosas, teniendo aventuras. Y al rato, si la película está bien hecha te identificas con uno o varios de los personajes y quieres que se comporten
de un cierto modo, y esperas que les suceda esto o aquello. Y esto mismo sucede en nuestras cabezas. Este es el proceso de pensamiento que sucede todo el día, así.

Y lo que necesitamos aprender es el modo de observar nuestros pensamientos y emociones igual que como miramos a los personajes en una película que empiezas a mirar. Cuando todavía no hay identificación.

Y muchas prácticas meditativas te sugieren hacerlo observando tu respiración. Mirando a tu respiración. Observando la inspiración y exhalación. Lo más misterioso es que es muy fácil tener conciencia de todo lo que está sucediendo al mismo tiempo.

Por ejemplo, mientras estás observando tu respiración, es muy fácil tener conciencia de todos los sonidos que te rodean, todos los aromas que hay a tu alrededor, los sentimientos que te rodean y los que están dentro tuyo.Todas las impresiones sensoriales son muy fáciles de observar mientras estás observando tu respiración.
Una vez que has aprendido cómo hacer esto, a simplemente estar atento a todo lo que sucede, recién puedes dar el siguiente paso, que es ser consciente de tus pensamientos.

Y en lugar de seguir a cada pensamiento en su viaje desde la manzana al supermercado y a la cena, sólo miras la manzana, la reconoces y la dejas ir. Dices: “Hola, hay un pensamiento, puedo verlo, pero no me permito a mi mismo dejarme llevar ahora, estoy
mirando el cielo en vez de mirar las nubes que vienen y van”.

Y cuando aprendes cómo hacerlo, entonces será fácil también observar los sentimientos y emociones que sientes. Y una vez que sabes cómo observar las cosas físicas, todas las impresiones sensoriales, tus pensamientos y tus emociones, entonces algo sucederá dentro de ti, una muy sútil experiencia vendrá a ti. Comienzas a comprender que tú y lo que estás mirando, son dos cosas diferentes.

El problema más grande que tenemos es nuestra propia identificación con los pensamientos y nuestra identificación con nuestras emociones. La identificación con pensamientos y conceptos en grado extremo, puede significar una guerra entre
países, por ejemplo. Y la identificación con nuestras emociones siempre causa problemas en nuestras familias, con nuestras parejas e hijos. La identificación es un problema. En la meditación aprendes cómo des-identificarte desde tus pensamientos y a des-identificar tus pensamientos, incluso los conceptos que tienes sobre la vida y
las emociones. Y esta des-identificación hace la vida más fácil. Te vuelves más y más simple y sereno. Porque cuando estás suelto, no retienes cosas, conceptos, sentimientos, y te vuelves más y más fluido. Claro, estar apegados a nuestros conceptos y emociones nos da seguridad.

Por ejemplo, un concepto filosófico o cierta mirada de la vida te da seguridad. Por supuesto esta seguridad no es ni permanente ni real. Es sólo imaginación, pero puedes sentirte en casa dentro de la armadura que te has creado para ti. Por ejemplo, si eres
comunista, te sientes seguro dentro del sistema del comunismo. Si eres una persona “new age” te sientes seguro dentro del sistema new age. O si eres lo que sea, si eres mejicano o alemán o Cristiano o Budista, o lo que seas, te sientes seguro dentro de ese sistema. Pero este sistema te limita. No hay un sistema filosófico que sea totalmente abierto. Hay reglas e ideas en las cuales vives. Te dan seguridad y al mismo tiempo te restringen, te atan. Y al volverte más y más meditativo lo que sucederá es que se derritirán estos conceptos que has creado e irás más allá de los límites que te has
impuesto. De este modo te vuelves más y más fluído.

Y verás cómo la vida se vuelve más fácil, y más divertida. Porque no chocas contra los límites que te has creado con tu sistema de pensamientos. Todos ustedes saben que a la vida no le importan las filosofías que nos hayamos creado. Por ejemplo, si eres una
persona muy pacífica, y de repente algo sucede, como en Estados Unidos últimamente, aquellos terribles ataques terroristas. Entonces te sientes muy sacudido, porque el ataque terrorista, que es la realidad, no encaja en tu idea sobre la vida. Y entonces
estás apegado y quedas atrapado en tu propio sistema de pensamientos. Cuanto más aprendes a mirar la realidad como es, estás menos atado por los conceptos, ideas y sus
efectos en tu vida.Y para llegar allí, debes crear una distancia entre tú y el objeto al que observas. Esto es lo que aprendes en la meditación, esto es lo que aprendes al sentarte. Permitir que la realidad sea exactamente como es, sin querer agregar o quitar algo.

Entonces cuando nos sentamos juntos, no queremos quitarnos de encima los pensamientos, porque los pensamientos no pueden quitarse por la fuerza. Pero vamos a permitir que los pensamientos vengan y que los mismos pasen, y sigan.

Cuando los pensamientos vienen y van enfrente de tu ojo interno, y has creado la distancia entre tú y tus pensamientos, sabes algo: que tú y tus pensamientos son dos cosas distintas. De otro modo no puedes ver tus pensamientos. ¿Entiendes? El ojo no
puede verse a sí mismo. ¡¡¡Sólo puedes ver lo que no eres!!. Entonces si puedes observar tus propios pensamientos, eso significa que no eres tus pensamientos. Tú y tus pensamientos son dos cosas diferentes. Y esto trae un nuevo conocimiento dentro de tu vida. Y esto es que eres conciencia y el pensamiento es la manifestación de la conciencia, que va y viene. Pero el yo, la persona observando el pensamiento se mantiene siempre, con o sin el pensamiento. Un buen pensamiento o un mal pensamiento no implica ninguna diferencia.

Lo mismo sucede con las impresiones de tus sentidos. Cuando te miro, ¿quién te está mirando?. Cuando miras la decoración de esta habitación, ¿quién la está mirando?. Cuando estás escuchando mi voz, ¿quién la está escuchando?¿Quién está oyendo el
sonido del aire acondicionado, el perro ladrando y los autos? Esto es lo que nunca cambia, lo que se mantiene como la conciencia “observadora”. Y está conciencia observadora es lo que queremos alimentar, este espacio, que se mantiene siempre
igual, intocable, inamovible. Pero se da cuenta de todo lo que está sucediendo afuera y adentro. ¿Sabes a qué me refiero?

Es como la pantalla de la película y alguien en el público: tus sentimientos y pensamientos y todas las cosas que están sucediendo a nuestro alrededor, son cosas que están sucediendo en la pantalla, y las estamos viendo. Frecuentemente decimos que estamos viviendo la experiencia de algo. Esto no es totalmente verdadero, porque estamos viendo algo que está separado de nosotros. No somos en realidad uno con esa experiencia, siempre hay una cierta distancia y esto es exactamente un espacio meditativo. Cuando aprendes a tomar distancia entre tú y lo observado. Y lo divertido es que ese momento en que has creado está distancia, la frontera o la diferencia entre tú y lo observado desaparece. Esto es un antagonismo: Necesitas tomar distancia, necesitas desconectarte, y en el momento en que te desconectas, booommm, todo se abre y te vuelves uno con lo que estás observando. Es muy extraño. Y esto es lo que queremos practicar y alimentar.

Al comienzo, notarás que tu mente está muy muy activa. Y esto puede ser shockeante. Piensas “Oh! Dios, lo que está sucediendo en mi cabeza es una locura!”. Porque no es solamente pensar: pensar es algo que deberíamos hacer conscientemente. Digamos que pienso sobre un determinado tema. Es como llevar una linterna e ir pasando por todos los rincones de la habitación para ver que hay ahí. Esto sería pensar. Si realmente miro a cada tema desde todos los lugares: desde el frente, desde atrás, asegurándome
que lo comprendo y que puedo hacer algo con esto. Pero lo que nosotros llamamos pensar, en general es simplemente igual a un mono saltando de una rama a otra ad infinitum. Esto no es para nada consciente, es accidental, sucede por si mismo.

¿Tienen preguntas?

Preguntas: ¿En qué momento en la meditación aprendemos a separarnos de nuestros pensamientos y emociones y luego, cuándo somos capaces de hacer esto?, de volvernos Uno con lo que estamos observando?

Arjava: Sí. Ves que lo primero que sucede es que creas una distancia y después ya no vives más de tus conceptos, pero aprendes a vivir más y más en armonía con lo que
está sucediendo. Cuando llueve, no te quieres quitar de la cabeza la lluvia. Sólo dices: “O.K, está lloviendo... bárbaro”, y te llevas un paraguas. Es por esto que digo, eventualmente te vuelves Uno con Todo, porque no tratas de ir en contra de la corriente
natural de las cosas. Y luego todo se vuelve Uno; hasta las llamadas emociones negativas y estados negativos. Miserias, sufrimiento y enfermedad: todo está bien. Pero antes que nada, has creado una distancia. Y cuando hablo de distancia no quiero
decir que debes ser frío. Debes comenzar por ser testigo de lo que está sucediendo dentro de ti. Entonces cuando tienes un pensamiento, una pequeña voz dentro de tu
cabeza te dice: “Ah, hay un pensamiento”. Y vives cada momento, que es la única realidad en ti.
Si estás haciendo té, y mientras estás hirviendo el agua estás pensando en algo totalmente diferente, te estás perdiendo la vida. Entonces “pescas” el pensamiento cuando aparece: en tu mente estás yendo al banco, y estás haciendo un montón de
otras cosas, te dices “oops, en realidad estoy haciendo té en este momento” y te vuelves a este momento.
Cuando necesitas pensar en algo, claro que es bueno pensar. Te sientas y miras la cosa desde todos los ángulos, con consciencia. Cuando quieres comenzar un nuevo negocio, necesitas pensar en él, no hay otro modo. Los pensamientos no están mal, pero necesitan tener su propio tiempo, tienen su tiempo apropiado. Y a veces, cuando no son apropiados, mantenlos aparte y disfrutarás mucho más de la vida. Gracias.

Pregunta: ¿Dices que tenemos que vivir cada momento de la vida con plena conciencia?

Arjava: Sí, pero no es que “tenemos”! “tenemos” suena terrible.

Pregunta: Entonces ¿aceptar lo que está sucediendo en cada momento?

Arjava: Sí, y también aceptar que la mente viene y va al pasado y al presente. Entonces no te sientes mal cuando te sorprendes a ti mismo y te dices “oh, no, estoy soñando de nuevo, cuándo va a terminar!”. Sólo te dices : “O.K. me fui... y ahora estoy aquí”.
No te tienes que sentir culpable por esto. Es tramposo, porque varias escuelas esotéricas dicen que no deberías pensar. Y es imposible no pensar a la fuerza. Es algo que puede suceder para la mayoria de nosotros sólo después de largos períodos de
práctica meditativa. Al comienzo viene un pensamiento detrás del otro y cuanto más practicas, más espacios aparecen entre los pensamientos. Y llegará un momento cuando muy pocos pensamientos vengan y estés en paz. Pero esta paz no puede estar forzada.

Pregunta: Cuando comenzamos a meditar y nos vamos quedando dormidos y finalmente nos dormimos, entonces ¿la meditación se ha acabado?

Arjava: O.K. Entonces te duermes... Conozco sobre lo que hablas por propia experiencia: hay dos cosas diferentes. Una es que nosotros meditamos con frecuencia a la noche cuando ha finalizado el trabajo y estamos cansados. Y lo más natural es dormirnos.
Entonces, fíjate si puedes combinar un horario de meditación cuando te sientas despierto, quizás por la mañana o a mitad del día.
La segunda posibilidad es que puedes entrar en espacios meditativos que son similares a dormirse. Es posible que no puedas diferenciarlos. Puedes pensar que te dormiste
pero es otra cosa lo que te sucedió. Aquellos espacios frecuentemente suceden en igual modo. Cuando estás sentado en silencio puede suceder que tu cuerpo se “sacuda”.
Esto significa que vas cayendo dentro de un nivel diferente de conciencia, que no es necesariamente dormirse. Y aún hay otra cosa. Cuando estás meditando y la meditación
es difícil para tu ego, puede que te duermas para evitar la incomodidad. Esa puede ser la única manera de escapar. Si esto sucede, disfrutas dormirte...
En un viaje hipnótico por ejemplo, cuando llegas a un punto en el que algo dentro de ti tiene temor de que puedas encontrar algo que realmente no quieres ver, te duermes.
Te duermes siempre a la misma hora, aún cuando hagas el mismo viaje en sueños el día siguiente por la mañana.

¿Alguna otra pregunta? ¿O quisieran compartir su experiencia?

Pregunta: Me enseñaron que cuando aparece un pensamiento, hay que aceptarlo y no rechazarlo, sin juzgarlo. Y lo mismo con mis emociones.

Arjava: Sí, No hay otro modo. Hay una historia de un Santo Musulmán: Mullah Nasruddin. Tenía un hermoso árbol de manzanas en su jardín. Y todos los chicos del barrio amaban sus manzanas. Cada vez que los chicos venían a robarle sus manzanas,
salía corriendo con un bastón y mientras los perseguía les gritaba.
Uno de sus vecinos vino y le dijo: "Mullah, eres un hombre tan pacífico, ¿cómo puedes perseguir a esos pobres chicos de esa forma?" Mullah le respondió: "Los niños son
como los pensamientos: ¡Cuando los espantas, vuelven!".
Y esta es exactamente la misma experiencia del meditador. Cuanto más quieres espantar tus pensamientos, se vuelven más fuertes. Entonces, como dices, la única manera posible de tratar a los pensamientos es darles permiso. Los conoces y entonces los puedes dejar ir.
Hay algunos temas que van en contra del estado meditativo de la mente. Uno es el apego a cualquier cosa, la mayoría de las veces, a tus conceptos, y el otro es el juicio. Cuando miras algo o alguien con juicio, te quedas pegado. No miras la realidad como es en verdad, sino que la estás mirando a través de un cierto filtro. Y cuando lo haces, te quedas enganchado y no puedes salir.
Aprendes a crear esta distancia entre tú y tus pensamientos, entre tú y tus emociones, y te das cuenta que te vuelves menos enjuiciador. Y aprendes a tomar la realidad y a la gente y hasta a ti mismo tal como son. Tomas las cosas como son y a los otros tal
cual son. Cuando quieres cambiar algo o alguien, estás en problemas. Esta es la regla, siempre.
Por ejemplo, si te quiero cambiar a ti, Lisa, no voy a ser feliz, nuestra relación será infeliz, vas a sentir mi agresión y arrogancia, que dice: "Yo sé cómo deberías ser " y "No deberías ser como eres". La cosa entera se vuelve conflicto y no hay espacio para la diversión o la armonía.
Si quiero que una situación cambie, no creo más que dolor continuo.
Digamos que hay un conflicto, un conflicto étnico que está sucediendo en algún lugar y digo "No quiero esto". Varios de ustedes son practicantes de Reiki: lo que es muy común en Reiki es que las personas van a enviar energía a esa área de crisis. No hay
diferencia, porque lo que estás diciendo en realidad, es que quieres cambiar algo.
"Yo sé mejor, sé que debería estar sucediendo". Pero ¿quiénes somos nosotros para decir que sabemos más que la vida misma, que es inmensa?.
Tenemos que alimentar una actitud de reconocimiento de lo que es, sea lo que sea: bueno, malo, hermoso y feo, todo. Ahora eso puede sonar un poquito fatalista para algunos de ustedes, pero en realidad no lo es. Porque no estoy diciendo que no
deberían hacer nada. Estamos haciendo cosas todo el tiempo. Trabajando con gente con conflictos étnicos y haciendo toda clase de cosas. Pero puedes hacerlo solamente cuando no estás sujeto a ningún resultado, y cuando no estás sujeto a ningún objetivo.
Cuando no tienes ningún objetivo y tomas las cosas tal como son.
Si puedes hacer esto en tu vida cotidiana, eres libre. Incluso dentro de tus límites. Inclusive dentro de tu pequeña libertad, eres libre.
No creo en la idea de que no hay límites. Hay ciertos límites, pero dentro de esos límites somos libres para movernos. Para aclarar este punto, quisiera comenzar con una meditación silenciosa de diez minutos.
Puedes sentarte donde quieras. Ayuda el sentarse con tu espalda lo más recta posible, sin forzarse. Y también ayuda sentir tu cuerpo cómodo. Así que haz lo que necesites para estar cómodo. Puedes necesitar recostar tu espalda en la pared. Puedes sentarte
en la silla o en el piso. Durante diez minutos vamos a sentarnos en silencio, sólo escuchando los sonidos que nos rodean, cualquiera sea. No haremos nada más que eso. Mientras te vas sentando, enfoca tu atención a escuchar los ruidos que te rodean.
Escuchando los ruidos que están alrededor de tu cabeza, el perro que está ladrando afuera. Continúa escuchando sin apego y sin permitir que los ruidos te lleven de este
momento al mundo de los sueños. Simplemente escuchemos todo.
Tu propia respiración, el ruido del aire acondicionado, tus propios pensamientos, todo. Y no hay necesidad de editar nada. Nada está bien ni mal, y todo es simplemente como es. Y permitimos que todos los ruidos se vuelvan parte de nuestra meditación.

Después de la meditación:
Comportarse así, tener una actitud así con todo lo que encontremos. Aunque el perro esté ladrando cuando estás esforzándote por meditar. No intentas callar al perro, y no
pones todo en tus oídos, pero simplemente disfrutas del perro ladrando, e incluyes al perro y sus ladridos en tu meditación. Porque tu meditación realmente es todo lo que está sucediendo dentro y fuera de ti todo el tiempo en el cual estás meditando.
Entonces tu meditación incluye tus propios pensamientos, tus propios sentimientos, todo lo que disturba del exterior. Y cuando incluyes todo esto, tu meditación se facilita.
Porque no vas en contra de la corriente natural de la vida que te está ofreciendo que el perro ladre y que el aire acondicionado suene en este momento.
La meditación no es una técnica pero es una actitud interna que aprendemos a alimentar.
Y para aprender que podemos sentarnos silenciosamente como lo hicimos o que podemos utilizar diferentes técnicas de meditación. Las técnicas que practicaremos este fin de semana han sido ideadas por nuestro maestro Osho. Él ideó varias técnicas con la intención de sacudirte. Una vez que se sacude todo dentro de ti, puedes ver el barro que queda dentro de ti. Como cuando agitas un vaso lleno de agua y barro, ves como se va asentando. El barro se hunde hasta el fondo y el agua clara, la mente clara permanece arriba.
Hay dos formas diferentes de mirar tu realidad interna. La mirada occidental mira al Ser con el ojo terapéutico. Te observas y piensas: “No soy perfecto. Tengo que ser perfecto. Tengo que trabajar en mí y tengo que hacer toda clase de terapias para ser un humano mejor. Y un día, voy a ser perfecto, pero ahora todavía no!.” Entonces un
día... y esta es la idea que te obstaculiza disfrutar de este momento, porque tu foco está siempre en algún otro lugar, “cuando sea perfecto voy a disfrutar y será bueno para las personas que estén alrededor mío”.
Pero como el barro en el fondo del vaso, si te zambulles en él, hasta el final, seguirás sacando más y más basura. Nunca termina. Y puede que no termine nunca.
Una razón es que la mente, pensamientos, miserias, todos los conceptos alrededor de nuestras cabezas no son privadas, no son individuales. Puedes cavar todo lo que quieras y sacar más y más cosas, y nunca llegar a la claridad. Nunca termina. En lugar de cavar y sacar más y más “desperdicios”, la otra opción es dejar que la basura se sedimente en el fondo, dejarla estar allí y disfrutar la luz clara de arriba. Esto no significa que estás acumulando más de la basura si la encierras, sólo estás permitiendo que permanezca
en el fondo y que las cosas claras estén arriba, en la superficie.
Este es el concepto del Cielo y el Infierno dentro de nosotros mismos. Y cuando vienen las tormentas, alguien golpea un poquito el vaso y se sacude todo, aparece más “mugre”.
Luego le permites salir y lo reconoces diciendo: “Hola, ahora estoy enojado”. En este reconocimiento, muchas veces el enojo desaparecerá porque no estás apegado a él.
No entablas un vínculo con el enojo. Has creado una distancia entre tú y la emoción, y entonces eres libre. Entonces puedes hasta disfrutar de tu enojo, sin el sentimiento de culpa que pueda causarte.
Este es otro concepto que es muy importante: la culpa. ¿qué significa la culpa?
Significa que no me disfruto a mí mismo como soy por alguna razón. Quizás alguien en el pasado me dijo que no debería ser así, que no debería hablar así, que no me debería comportar o sentir así. Quizás no es aceptable en tu cultura el comportarse, sentir y ser de cierto modo. Aquí en México, por ejemplo, la gente baila cuando
escucha música. ¡En Alemania o en Japón esto puede ser visto como una excentricidad!.
Y para no ir en contra del consciente colectivo y para que sea posible permanecer en paz con mi grupo, me siento culpable. Y esto siempre te trae problemas. En el momento en que no te gustas a ti mismo de alguna manera, no puedes ser feliz. Esto es imposible.
Estábamos hablando de esto a la mañana.
Cuando quieres hacer o decir algo que es importante para ti pero no lo dices, a la larga después esto tomará revancha. Por ejemplo, quieres hacer algo conmigo, quieres tomar una taza de café conmigo, pero no me preguntas. Después yo me muero de repente y por el resto de tu vida vas a pensar: “Pucha, me lo perdí. ¿Por qué no le pregunté?”.
Conozco estas situaciones porque me ha sucedido un montón de veces cuando era más joven. Quería hacer algo, pero no lo hacía porque era tímido, y lo he lamentado por años.
Entonces el modo más fácil de vivir la vida es ocuparse de las cosas en el momento en que ocurren. Por supuesto tiene que ser dentro del marco que nosotros como humanos civilizados estamos acostumbrados a manejarnos con los otros. Obviamente no podemos ir al Banco y decir: “¡Denme todo el dinero. Tengo que tener ese Mercedes y me lo merezco porque me amo tanto a mí mismo!”. No va a funcionar así. Tenemos que adaptarnos al modo en que nosotros como seres humanos nos manejamos entre nosotros.
De algún modo tenemos que someternos a las reglas culturales que prevalecen en el país donde estamos. Pero al mismo tiempo el reprimir tus propios sentimientos e ir en contra de tu naturaleza siempre te va a causar problemas a la larga. Y cuanto más vas en contra de tu naturaleza, más reprimes tu propio ser, más revancha se va a tomar la vida. Porque eres vida, e ir en contra tuyo es ir en contra de la vida en sí misma. No quiero decir esto en un sentido moralista. Lo que llamo revancha o sufrimiento está sucediendo ahora mismo. Cuando no hago lo que realmente quiero hacer, me siento terrible ahora. Y esto no es un castigo, sucede instantáneamente. Y cuanto más lo hago más grande se hace.
Puedes verlo claramente en relaciones que llegan a ser terribles. Estoy seguro de que has pasado por esta experiencia.
Al principio todavía puedes salirte, pero cuanto más vas en contra de tu propio sentimiento, se vuelve más difícil. Y luego un día ya es demasiado tarde... has encerrado tu Ser con tu propia culpa y tu propia indecisión y tu propio...silencio...el gran momento...
Guau, ese fue un momento verdaderamente meditativo. Vacío...
Pero no amándote a ti mismo como eres te pone dentro de la prisión de ausencia de amor.
Y por eso es que digo, trabajar para tener una actitud como lo hicimos en la meditación, cuando permitimos todos los sonidos, pero dejando todo en nuestras vidas, en nuestros seres, ser tal como son. Sin juicios, sin culpa y sin ninguna clase de restricción, siempre y cuando estén dentro de las reglas de nuestra sociedad. Volverse más y más libre no significa ir en contra de las leyes existentes, sino que te vuelves más y más responsable hacia ti mismo, hacia los otros y hacia la naturaleza. Tomas la vida como el tesoro más grande que hay. Finalmente, libertad significa responsabilidad.

Pregunta: He estado meditando por varios años en diferentes formas. El modo más placentero para mí fue cuando no tuve que forzarme para meditar. Y ahora que acabo de llegar, directo del trabajo, y estoy cansado. Cuando me sentaba para meditar era
muy cómodo oír al perro y de repente observar que me estaba por dormir. Y una parte de mí me decía: “oh, no, no te puedes dormir ahora”. Y otra parte de mí decía que no había problema y me iba a dormir. Me despertaba, oía al perro y me volvía a dormir. Y luego volvía al aquí y ahora sin culpa, esto era la mejor parte. Sin culpa.

Arjava: Y así es exactamente como debería ser. Permites todo. Incluso cuando lo que quisiste conseguir no sucede. Porque esto no es lo que te está sucediendo en realidad ahora. Tu cuerpo está cansado, y lo que más necesita es descansar. Y lo mejor que puede sucederle entonces a tu cuerpo es descansar. La meditación es una cosa graciosa. Sucede con frecuencia cuando no lo esperas. Y no sucede cuando “empujas” para que suceda, cuando te esfuerzas. Cuando dices: “ahora voy a meditar en serio, con todo mi
esfuerzo.” Hice esto durante años. A veces me sentaba por largos períodos y me daba cuenta de que aquel momento que dejaba de esforzarme, sucedía por sí misma. La meditación en un “ambiente controlado” existe para que nosotros podamos recordar el espacio meditativo más tarde en nuestra vida cotidiana. De otro modo, no tiene sentido. Vivimos en este mundo. Si desapareces una hora al día en un cuarto silencioso y disfrutas de ti mismo y la paz que te rodea, y luego sufres el resto de las 23 horas con el resto de tu familia, no entendiste nada. Igualmente es un buen comienzo. Con tiempo, el disfrute que encuentras en la práctica meditativa se va a extender a tu vida cotidiana, a donde pertenece.
Cuando el espacio meditativo ha invadido tu vida, luego se expande hacia las personas que te rodean. Y luego algo cambia, también en gran escala. Luego sin querer cambiar nada o a nadie cambian las cosas y la gente. Esto sucede sin esfuerzo, sin deseo, sin objetivo. Cuando estás en este estado natural, las personas de tu alrededor también se sintonizan a este espacio natural. Esta es la razón por qué algo nos sucede en la presencia de un maestro espiritual. Aquellos que han pasado tiempo con un maestro saben cómo es esto. En su presencia entras en la misma presencia, la misma apertura. Y luego experimentas algo que luego puedes recordar en la oficina, o en el supermercado. Es infeccioso; es una linda enfermedad. ¡La enfermedad en esencia!.
Es probable que encuentres algunas dificultades en el camino de la meditación. Uno que he experimentado siendo un joven meditador es la arrogancia. La meditación es un lujo en esencia. Cuando tienes todo y nada es lo suficientemente bueno y piensas que eres mucho mejor que cualquiera, sólo queda algo por hacer. Comienzas a meditar. Y estás atrapado. El queso se ve tan rico, y la puerta está totalmente abierta...
Pasé algunos años así, convencido de mi propia grandeza. Estaba en la India y pensaba que el resto del mundo era simplemente estúpido, y que yo era la única forma de vida inteligente en la Tierra. Pero por suerte eso terminó. Puedo observar lo mismo en mis
buscadores espirituales; vuelan de a poquito hasta despegar. Es muy bueno recordar que el Ser testigo, el que observa todo, es el mismo en todos. Esto es lo que nos reúne como grupo y borra las diferencias entre nosotros. Las diferencias sólo se sienten en lo individual, en la superficie. El momento en que te sientes en armonía con la existencia, el pequeño ego individual desaparece temporalmente y no hay diferencia entre grandeza y pequeñez. No hay diferencia entre hombres y mujeres y no importa cuánto tiempo has estado buscando. ¡El iniciado es como el meditador profesional!. Esto fue bastante obvio cuando nos sentamos juntos:
llega un punto en que lo individual deja de existir, y sólo hay silencio. Este silencio no puede ser dividido en mi silencio y el tuyo, es una sola la pileta. ¿Sentiste esto?. Todos formamos parte del océano de la consciencia y allí somos todos lo mismo. Si podemos sentir este espacio con nuestros ojos abiertos, mientras estamos trabajando, hemos conseguido lo que estábamos intentando hacer. Entonces llevas esto desde tu práctica meditativa hacia el lugar del “mercado” dentro del cual estás.
Y como dije antes, hay muchas técnicas variadas. No todas las técnicas son cómodas para cualquiera, por eso hay tantas. Es tu tarea el encontrar aquella que la sientas mejor. Pero también puede haber rechazo. ¡Cuando experimentas con una técnica y realmente la detestas, puede ser un signo de que es buena para ti!. Tienes que experimentar con ambas. Aquellas que no van bien contigo y aquellas que sí te van. De todos modos, si aquellas que no disfrutas te hacen sentir inquieto y en otro sentido, incómodo después de tres días de práctica, será mejor no continuar con ellas.
Recuerdo que solía hacer unas Meditaciones Hindúes Tántricas hace unos años. El Tantra no tenía nada que ver con el sexo, es una ciencia de la alquimia interna, el secreto arte de transformar la energía base en luz clara. Intenté forzar a mi pareja para que hiciera lo mismo, y ella odiaba hacerlo. La técnica tiene que ir bien con tu
Ser interno.
Tienes que ser respetuoso contigo. Cuando te sientes atraído a una técnica, practícala por lo menos durante tres días. Si es notorio que no es la apropiada para ti, deja de hacerla. Si te va bien, continúa practicándola por lo menos durante tres meses. Con la meditación los efectos no son necesariamente inmediatos. Lo que es inmediato es la sensación de fuegos artificiales. Una vez que practiqué una técnica de meditación, y después de un par de días pense que mi cabeza iba a explotar. Pensé “¡¡¡esto es grandioso, tan espectacular!!!”. Después de cuatro o cinco días las cosas pararon. No sentía nada, pero continué meditando. Varios meses después me di cuenta de que algo hermoso se había abierto en mi. Pero por unos meses no sentí mucho.
Solo al comienzo fue muy intenso cuando atravesé una barrera. Soy un extremista que disfruta estos eventos teatrales. Pueden desaparecer y puedes no sentir nada durante un tiempo. No te dejes desanimar y continúa practicando. Aún mas ahora que estas en el camino correcto.
Muchas de las meditaciones de Osho son muy activas. En algunas de ellas mueves tu cuerpo y respiras rápidamente antes de sentarte en silencio. Osho dijo que había creado estas técnicas para el hombre moderno, que está tan ocupado que no puede
simplemente sentarse tranquilo. Por supuesto que esto no es así para todos. Algunos de nosotros podemos sentarnos naturalmente y permanecer en silencio. No es un logro por sí mismo, solo una diferencia. Algunas personas se sientan tranquilas y en silencio
con facilidad y otras no. Si es difícil para ti, es bueno que te muevas, cansar tu cuerpo primero, antes de sentarte. Aunque me gusta sentarme en silencio, hago esto tambien en casa. Voy al jardín y cavo un agujero o levanto nieve con la pala en invierno, trabajo
hasta transpirar y luego voy y me siento en mi habitación de meditación. Vas a ver que es mucho más fácil sentarte en silencio despues de haber movido tu cuerpo. Te vuelves consciente de un lado del espectro cuando has experimentado el otro. Sientes el opuesto, la polaridad. Es más fácil dejar que tu Ser caiga en un espacio de silencio cuando tu cuerpo está un poquito exhausto. Recuerda que este espacio meditativo está siempre aquí. ¡¡¡Nosotros somos los que generalmente estamos ausentes!!!.
También vamos a estar mostrándote algunas técnicas que puedes usar mientras estás haciendo otra cosa. Por favor comprende que la meditación no es algo para hacer encerrado en tu cuarto de meditación. Pertenece a cada momento de tu vida. Pertenece
a los momentos en los que eres consciente y cuando no lo eres. Una cosa que puede llegar a sucederte cuanto más entres en el mundo de la meditación, es que mucho material indeseado del subconciente suba a la superficie. ¡¡¡Esperabas llegar a sentirte
excesivamente en paz, pero puedes llegar a encontrarte más enojado y más irritado que antes!!!. Me di cuenta de esto por mi experiencia. Si llegas a experimentar esto, quedate con esto, no trates de quitarte lo indeseado, mantente tranquilo y date el tiempo
que necesites para dejarlo ir.
Si tienes una pareja o una familia hazles saber que es solo algo temporario. Puedes usar un cartel que diga “enojo en proceso”. Ahora necesitas aprender a no descargar tu enojo sobre los otros. Tu enojo es primordialmente tu responsabilidad, inclusive si
tiene sus raíces en algo que está más allá de ti.
Hay una diferencia muy obvia entre expresar tus emociones y descargarlas sobre los otros y eso es algo que tenemos que aprender a hacer. Cómo expresarnos sin descargarnos sobre los otros. Si estoy enojado, el modo más fácil de hacérselo saber a mi pareja, sin gritarle, es decirle “estoy de mal humor”. Esto es lo que hacemos con mi pareja, no siempre, pero la mayoría de las veces. Así evitamos el conflicto antes de que suceda.
El conflicto, tanto en la familia como entre parejas o entre países no surge de golpe. El conflicto se va construyendo con el tiempo.

Pregunta: a veces lo proyectamos sobre el otro, y le decimos con enojo: “¿estás loco?”
Arjava: si tienes la suerte de tener una pareja comprensiva, puede ser un gran ejercicio; decirle a él o a ella sin hechar culpas, qué te está pasando. Tus estados de ánimo, son tus estados de ánimo, después de todo. El modo más fácil es simplemente diciéndolo. Al comienzo es probable que digas lo que sientes con mucha fuerza, esto es normal.
Frecuentemente sobrereaccionamos cuando encontramos un nuevo modo de hacer las cosas. Y con tiempo serás capaz de hacerlo amablemente y con amor. Nos vamos a dar cuenta de que un mal estado de ánimo desaparece simplemente al reconocerlo
tranquilamente y que su fuerza se disipa al reconocerlo. Si el estado de ánimo o la emoción es tan fuerte que no puedes manejarla, y no sabes qué hacer con ella, puedes salir al desierto por ejemplo y gritar...esto es algo que hacen los chicos. Lleva práctica contener las emociones que crecieron dentro de nosotros con una fuerza que parece incontrolable.
Durante varios años en los que enseñaba Inglés en Japón, mis estudiantes venían a clase locos de enojo. No sabían qué hacer con él, no podían dejarlo ir, pero tampoco podían contenerlo. Entonces tomábamos unas almohadas bien gordas y animábamos a los chicos a que las golpearan gritando y pateando, vaciando el contenido de su corazón.
Yo tomaba la almohada, la golpeaba y la pateaba.
Una vez recuerdo que una de las chicas dijo despues de una sesión de almohadas: “Ah!, Es tan bueno aprender inglés...!!.
De lo que hemos estado hablando, puedes reunir el crecimiento espiritual y la meditación como una parte de él.
Es un fenómeno extraño: en lugar de volverte más grande y más grande, en realidad te vuelves cada vez más pequeño con el paso del tiempo. ¡No creces, te encojes!.
Te vuelves más y más pequeño cuanto más dejas ir a tus ideas, conceptos y filosofías. Soltar el “cómo deberían ser las cosas” te vuelve Uno con este momento, Uno con lo
que está sucediendo ahora mismo..

Frank Arjava Petter

www.usuireikidharma.com

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